“A partir de la herencia recibida, con una colección histórica de añadas que se remonta a 1920, comenzamos en la década de 2000 nuevas formas de trabajo, experimentando la línea de las añadas de crianza biológica. Esto dio lugar al lanzamiento del primer fino de añada del Marco de Jerez, el fino 2006, y más recientemente, del primer amontillado. Las añadas actuales de Williams & Humbert son el resultado de la filosofía de nuestra Bodega: aunar la tradición con la innovación.
Los vinos de Jerez poseen una versatilidad sin igual. La posibilidad de obtener una amplia tipología de vinos a través de una crianza dinámica o estática y desde una única variedad, como es la uva Palomino, hacen que el jerez sea un vino excepcional. Gracias a esta diversidad, pocos vinos se adaptan a tantos momentos de consumo como lo hace el vino de Jerez.
Junto al sistema de Criaderas y Soleras, que aporta homogeneidad a los vinos, esta crianza estática permite disfrutar de la singularidad de unas añadas únicas e irrepetibles. Unos vinos singulares y diferentes, que reflejan la vendimia del año y sus particulares condiciones climatológicas y que contienen la esencia de nuestra tierra, nuestra viña y nuestra historia. “
Junto al sistema de Criaderas y Soleras, que aporta homogeneidad a los vinos, esta crianza estática permite disfrutar de la singularidad de unas añadas únicas e irrepetibles. Unos vinos singulares y diferentes, que reflejan la vendimia del año y sus particulares condiciones climatológicas y que contienen la esencia de nuestra tierra, nuestra viña y nuestra historia. “